Por: José Ruiz
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Mi nombre es José Juan Ruiz y tengo 27 años. Me crié en el Sur Centro de Los Angeles y soy el mayor de cuatro hijos de padres inmigrantes. Ahora me gradúo de USC Viterbi con un Bachillerato en Ingenieria Eléctrica. Pronto empezaré un trabajo de tiempo completo en la empresa Boeing. Mi historia quizás no aparecería en la portada de ningún periódico nacional, pero de todas maneras la quisiera compartir.
Verán, yo soy un producto del distrito escolar de Los Ángeles (LAUSD) y de la minoría de bajos ingresos. Educación superior no era algo en lo que yo algún día pensé. Para mi y muchos de mis compañeros de escuela trabajar para ayudar a nuestras familias o salir a las calles con las pandilla eran las únicas opciónes. Yo sabía que quería regresar a la escuela pero también sabía que no podía. Es difícil explicar la frustración al tener el deseo de mejorar mi vida pero ninguna preparación o dinero para lógralo. Me sentía que podía ver mi meta del otro lado del campo de minas pero la única manera de permanecer a salvo era no moverme porqué el primer paso podría terminar en desastre.
Me sentía que podía ver mi meta del otro lado del campo de minas pero la única manera de permanecer a salvo era no moverme porqué el primer paso podría terminar en desastre.
Creciendo de la manera que yo crecí en Los Angeles puede ser difícil. Lo que se escucha el la música de Rap o se ve en películas y lo que decía el rapero Nipsey Hussle es verdad. No todos logran salir del barrio y era raro cuando alguien lo hacía, y me siento afortunado todos los dias pensando en eso.
Acabe trabajando en la farmacia de Target con otros hispanos, muchos que tenían títulos avanzados. Me di cuenta que si ellos podían obtener una educación superior yo también lo podría lograr. Así es que en el 2013 me registré al Colegio Comunitario del Este de Los Angeles empezando desde la clase de matemática e Inglés más baja. Era humilde tomar esas clases pero me tragué mi orgullo y seguí. En ese colegio conocí a dos amigos geniales, Yonatan Juárez y Edson Hernández. Los dos eran del Sur Centro de Los Angeles y estudiaban Ingeniería, por ellos decidí estudiar ingeniería también. Ninguno tenía padres que fueron educados por la universidad o conexiones para un puesto de interno, pero por los próximos tres años fuimos el apoyo de cada uno.
En el otoño del 2016, siete años de haberme graduado de la escuela secundaria John C. Fremont, fui aceptado como alumno de transferencia a la universidad de USC Viterbi. Nunca pensé que podía lograr ser aceptado, por eso nunca le dije a mi familia que había aplicado. La única que sabía era la persona que más me animaba, mi novia Brenda Gudino. Mi primer pensamiento no era de alegria o de emoción si no de ansiedad. Como iba a pagar? Como podía competir con aquellos que tenian conexión? Pronto me di cuenta que entrando a la universidad de USC era solo el comienzo. Mi primer semestre fue el más difícil de toda mi vida.
Tenía tantas responsabilidades fuera de la universidad que tenía que ver la manera de hacer dinero para ayudar a mi familia. Durante mi primer semestre tenía dos trabajos. Me sentía solo estando en USC que hasta comencé a odiarlo. El choque cultural era grande. Me sentaba al lado de dos muchachos menores que yo y que fueron valedictorian de sus escuelas secundarias. Ellos se veían tan diferente a mi y sus carteras definitivamente no se veían como la mía.
Pero aquí está el detalle: deveras que USC era más de lo que yo estaba experimentando y de lo que estaba leyendo. Pronto descubrí un sistema de apoyo, amigos y oportunidades. La asociación de Ingenieros profesionales Hispanos me dieron mi primer hogar. Con su ayuda sobreviví mi primer semestre. Luego conocí a Christina Yokoyama del Norman Topping Student Aid Fund. Ella me ofreció un trabajo dentro de la universidad y me ayudó a conseguir alojamiento cerca de la escuela. Lo más importante que ella logró es que yo me sintiera parte de USC.
También aprendí que pertenecía en Ingeniería Eléctrica y Computación. Amo construir cosas y aquí puedo hacerlo mientras tomó unas de las clases más avanzadas de matemáticas. Acabo de terminar mi proyecto de último año donde construimos un tazón de mascota automatizado y lo nombramos “Chuck bowl”. Nuestro invento solo le da de comer al perro que tiene un collar específico. Mis compañeros y yo estamos trabajando para lograr que sea patente. Esto es lo que más me gusta de este programa, poder trabajar, crear con otros buscando, resolviendo problemas, y hacer algo que al final le ayudará a las personas.
Puede que suene loco pero otra cosa que me gusta de mi especialidad es que es desafiante. Amo que un hijo de inmigrantes de El Sur Centro de Los Ángeles no debería de hacer algo tan difícil o ser algo tan genial.
Los ingenieros de USC me enseñaron que podemos hacer de la sociedad un lugar mejor. Ahora estoy aquí para darles a otros estudiantes jóvenes la misma oportunidad que tuve yo.
Para alguien como yo la lucha nunca termina. Este año eh trabajado medio tiempo como Ingeniero en la empresa Boeing y al mismo tiempo tomando 18 unidades. Me han ofrecido trabajo de tiempo completo empezando el próximo año. Boeing es un gran lugar donde se trabajaba con muchas cosas emocionantes para los ingenieros jóvenes. La oportunidad de trabajar con cosas espaciales ha sido particularmente interesante. Esta compañía da mucho apoyo y con ese apoyo tengo la esperanza de seguir con mi maestría en USC.
Mi motivación original cuando decidí seguir este camino era para mejorar mi vida. Pero en el transcurso algo cambio. Los ingenieros de USC me enseñaron que podemos hacer de la sociedad un lugar mejor. Ahora estoy aquí para darles a otros estudiantes jóvenes la misma oportunidad que tuve yo. Estoy trabajando con mis amigos Yonatan y Edson en una organización sin-fines de ganancia para ayudarle a personas como nosotros para obtener educación de alto nivel. En el otoño voy a estar involucrado en SHPE como un representante de transferencia para ayudar a nuevos estudiantes de USC enfrentarse con los cambios cuando entran a esta escuela.
Estoy loco? No. Soy inteligente? No. Lo que soy es un gran trabajador que aprendió estos valores de mis padres inmigrantes Y de haber crecido en las calles de Los Angeles. Al final de día soy un combatiente que nunca deja lo que empieza. Ahora entiendo que este era el camino que estaba destinado a tomar y es por este destino que estoy parado donde estoy. Mi vida me a preparado para este momento y para todos los momentos que enfrentaré en un futuro.
Quiero terminar con estas palabras por las que vivo que dijo Tupac:
Van a haber cosas que vas a ver,
Que te va a ser difícil sonreir en el futuro.
Pero entre todo lo que veas,
entre toda la lluvia y todo el dolor,
Tienes que mantener tu sentido del humor.
Tienes que poder sonreir entre toda la mi**da.
Acuérdate de eso.
Si, mantiene la cabeza arriba.
No importa que tan difíciles sean la cosas tienes que mantenerte positivo y tener sentido del humor. Esto que escribí puede sonar como que mi vida es difícil o amargada pero no. No hay nada más que me encanta que sonreír y hacer sonreír a los demás. Y más que nada esto es lo que quiero hacer cómo Ingeniero.
Jose Ruiz camina en la graduación ahora y recibirá su Licenciatura en Ingeniería Eléctrica y Computation de USC Viterbi en este otoño. El ha servido como tesorero de USC capitulo de la Sociedad de Hispanos Ingenieros Profesionales y pronto se une con Boeing como un ingeniero eléctrico de tiempo completo.